Electrochock, el ciclo de música experimental de la Universidad de Sevilla, vuelve otro año más al patio del CICUS dentro de 21Grados, la serie de actividades que realiza el centro durante el verano. Este año han adelantado un par de semanas los conciertos, aunque las fechas de las primeras ediciones, alejadas del calor, le sentaban mejor. Después de que pasaran por ese escenario Darkstar, Aufgang o The Black Dog, esta edición, la quinta, la abría el alemán Oval, el primer concierto de un total de cuatro que esta noche trae a GAF junto a I Am Dive, y la semana que viene a Orcas y Pegasvs.
Tras su ordenador y mostrando una constante cara de tensión junto a leves movimientos de cabeza, Markus Popp, presento los sonidos de su proyecto que mantiene desde los noventa. Un pionero del glitch, apoyado de los errores para crear la música. Y entre ruidos que explotaban y saltaban chocando con los toques preciosistas, aparecían unas baterías orgánicas que sonaban muy cercanas al primer Four Tet.
Una propuesta muy interesante en donde Oval hizo un repaso completo, sin llegar a saturar y pasando desde los momentos más ambientales a otros donde jugaba con los ritmos y la música se volvía completamente luminosa.
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